jueves, 9 de junio de 2011

¡Ven Espíritu Divino!



Ven, Espíritu divino,
Manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
Don en tus dones espléndido;
Luz que penetras las almas;
Fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
Descanso de nuestro esfuerzo,
Tregua en el duro trabajo,
Brisa en las horas de fuego,
Gozo que enjuga las lágrimas
Y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
Divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
Si tú le faltas por dentro;
Mira el poder del pecado,
Cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
Sana el corazón enfermo,
Lava las manchas,
Infunde calor de vida en el hielo,
Doma el espíritu indómito,
Guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
Según la fe de tus siervos;
Por tu bondad y tu gracia,
Dale al esfuerzo su mérito;
Salva al que busca salvarse
Y danos tu gozo eterno. Amén.


Ven oh Santo Espíritu!, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu y serán creados y renovarás la faz de la tierra.

Oración: Oh Dios que has instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos según el mismo Espíritu conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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