Ha llegado la Pascua , Cristo ha
resucitado y todos los creyentes nos sentimos felices. Quizá porque ha acabado la Cuaresma y ya podemos
dejar los ejercicios ascéticos (si los hemos practicado) empezando por el ayuno,
y para eso nada mejor que empezar por una buena comida. Psicológicamente está
comprobado que cuánto más una persona se ha esforzado en la ascesis cuaresmal,
cuando acaba la Cuaresma ,
esta tensión explota y muchas veces se da el fenómeno contrario y se piensa en
liberarse de tanto sacrificio buscando el placer con más denuedo que antes de
empezar el período Cuaresmal.
Así es, la conversión no es algo triste y
penoso, es algo maravilloso pues nos ayuda con la gracia de Dios a vivir más
íntimamente en unión con Él. A vivir en lo más profundo de Su compasivo y
misericordioso Corazón recibiendo sin cesar ríos de bendiciones. Podríamos
decir sin miedo a equivocarnos, que Dios es también alegría, Felicidad, Dicha,
Gozo…, por tanto, cuánto más nos identifiquemos con Cristo, cuánto más seamos
morada de la Trinidad ,
cuánto más amemos con el mismo amor de Cristo (sólo posible si vivimos de, en y
por Su Amor) más felices seremos sin
duda alguna.
Gracias Hermanas por la Excelencia de sus Reflexiones. Que la Gracia de Dios las Santifique cada
ResponderEliminardia