Jesús Muestra que es profeta mediante la multiplicación de los panes y los peces
«Al
desembarcar, Jesús vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran
como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas». La
descripción inicial del Evangelio de hoy dice mucho de lo que suscita la
compasión de Cristo: el desconcierto de la gente. La raíz de este desconcierto
generalizado está en la falta de pastores. Al fin y al cabo, la función de un
pastor es mostrar un camino, un pasto, un refugio, una protección.
Existencialmente esto se traduce en una sola palabra: indicar un Sentido. En
efecto, es precisamente cuando carecemos de un Sentido, de un significado
profundo de la vida, cuando vivimos como perdidos, desconcertados, sin metas precisas
y a tientas. Estar con Cristo significa recuperar algo que vuelva a llenar de
sentido lo que ya no lo tiene, estar con Cristo es también sentirse tomado en
serio incluso en necesidades muy concretas, muy reales: «Como ya era tarde, se
le acercaron los discípulos y le dijeron: “Este lugar está desierto y ya es
tarde; déjalos ir, para que vayan al campo y a los pueblos de alrededor y se
compren algo de comer”». Los discípulos parecen limitar a Jesús a lo puramente
teórico, al que da lecciones espirituales, al que ayuda a la gente con palabras
y enseñanzas, pero que cuando la gente se enfrenta a problemas concretos y
reales debe acudir a otros. Si la religión se ocupa de almas sin cuerpo,
entonces no es la religión de Cristo, porque Cristo se ocupa de personas
enteras. Personas hechas de carne y espíritu, personas hechas de necesidad y
deseo. Personas hechas de concreción y profundidad. Creo que fue por esta razón
que Jesús realizó este famoso milagro de la multiplicación de los panes y los
peces, para convertirnos a todos al hecho de que Él no trata sólo con una parte
de nosotros, sino que es con el todo, por eso la lógica de la encarnación es
esa lógica que no nos hace decirle a un pobre hambriento, te bendigo y vete en
paz, pero después que nos hemos detenido con él para procurarle comida
concretamente.
Resaltar
también que este milagro de los panes, es un anuncio del Don de la Eucaristía,
donde se dice que Jesús después de la multiplicación pide a la gente que no se
quede con ese pan material sino que busque el otro pan, el que da la vida
eterna.
Amén
ResponderEliminarMuy.clara y sencilla la reflexión